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Reflujo Gastroesofágico
La formación de orina se realiza en los riñones y es transportada por dos conductos llamados uréteres hacia la vejiga, donde se almacena por periodos variables según la edad. El tránsito de la orina es unidireccional: riñones, uréteres, vejiga y micción.
En la unión ureterovesical (entre los uréteres y la vejiga) existe un mecanismo que impide que la orina tome un sentido inverso, es decir, desde la vejiga hacia los uréteres.
Cuando este mecanismo falla, surge el Reflujo Vesico Ureteral. Esta patología consiste en el ascenso de la orina hacia los riñones, instalándose un volumen de orina residual que puede provocar infecciones urinarias.
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Preguntas Frecuentes
Las manifestaciones clínicas de la Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico pueden ser variadas, dependiendo de la edad de la persona y la gravedad del caso.
En las/os lactantes y niños pequeños los síntomas suelen ser vómitos frecuentes, irritabilidad y mal progreso de peso.
Los niños/as mayores refieren ardor a nivel del pecho, por detrás del esternón y/o en la parte superior del abdomen. Otro síntoma digestivo puede ser la aparición de sangrado, como vómitos con sangre o una coloración oscura en la materia fecal.
También puede manifestarse con síntomas respiratorios recurrentes, como broncoespasmos, laringitis, otitis e incluso neumonías.
Los niños/as que tienen una condición neurológica, como parálisis cerebral, tienen mayor riesgo de presentar Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico y, en estos casos, los síntomas pueden ser difíciles de reconocer.
Habitualmente, el pediatra sospecha el diagnóstico a partir de los síntomas del niño/a y lo/la deriva al gastroenterólogo infantil, quien realiza los estudios correspondientes:
• Estudios radiológicos, como la seriada esofagogastroduodenal que, mediante la ingesta de un líquido de contraste, permite evaluar si el paciente tiene alguna malformación digestiva o anormalidad anatómica.
• La phmetría o impedanciometría esofágica de 24 horas, que consiste en la colocación de una sonda en el esófago durante un tiempo prolongado la cual, mediante sensores específicos, registra los episodios de reflujo y cuantifica la duración y severidad de los mismos.
• La videoendoscopía digestiva alta, que permite evaluar si el esófago está inflamado o lesionado por el reflujo de jugo gástrico.
• La manometría esofágica, un estudio que puede realizarse en niñas/os mayores y adolescentes y permite analizar la motilidad, que es la capacidad del esófago de moverse normalmente, así como las presiones de los esfínteres que previenen el reflujo.
Una vez confirmado el diagnóstico de Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico, el niño/a recibe un tratamiento que es indicado por el gastroenterólogo pediátrico.
En general, se trata de una enfermedad autolimitada en el tiempo, lográndose suspender el tratamiento.
El seguimiento prolongado, especialmente en los casos de mayor riesgo, permite establecer en qué casos la enfermedad no se limitará y requerirá de una evaluación más profunda.
Todos los niños/as con Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico reciben tratamiento con fármacos indicados por el gastroenterólogo infantil. Se trata de medicaciones destinadas a reducir la producción de líquido y de ácido en el estómago (como la ranitidina, omeprazol, esomeprazol), proteger la mucosa esofágica (como el sucralfato, o el hidróxido de magnesio), y favorecer el vaciamiento del esófago y del estómago (como la domperidona, cisapride o mosapride).
En los casos en que el tratamiento no es suficiente para controlar los síntomas o la inflamación, o en aquellos en que el tratamiento con fármacos se prolonga durante muchos años, puede estar indicada la cirugía del Reflujo Gastroesofágico.
La intervención quirúrgica consiste en realizar una plástica alrededor del esófago, cambiando la forma y posición del estómago, de manera que cuando el mismo se llene con la ingesta de alimentos, comprima la parte inferior del esófago evitando el reflujo.
La técnica más utilizada con mayor frecuencia es la funduplicatura de Nissen, que tiene buenos resultados a largo plazo en el control de la enfermedad.
La cirugía se realiza por vía laparoscópica, a través de incisiones pequeñas y visualización mediante una cámara de video, lo cual reduce significativamente el dolor postoperatorio y favorece una recuperación más rápida.
En el Hospital Italiano de Buenos Aires contamos con un equipo multidisciplinario, que se reúne semanalmente para analizar y acordar la conducta a seguir con los niños/as que presentan problemas digestivos complejos, como la Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico.
Este equipo está integrado por cirujanos pediátricos especializados en patología digestiva, gastroenterólogos pediatras, especialistas en diagnóstico por imágenes y pediatras.
En el caso de indicarse una cirugía del Reflujo Gastroesofágico, la/el niño es operado por un equipo de cirujanos pediátricos especializados en patología digestiva.
Nuestro equipo ha desarrollado una experiencia importante, con más de 300 cirugías por reflujo gastroesofágico realizadas en los últimos 10 años.
Además, el Hospital Italiano con la última tecnología disponible para la cirugía mínimamente invasiva, incluyendo la cirugía robótica.
La filosofía de nuestro equipo es que todos los pacientes que presentan una Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico tienen la posibilidad de llevar adelante un tratamiento individual, con expectativa de curación. La mayoría de las personas no requerirán una cirugía, pero en caso de ser necesaria, los resultados son excelentes y las complicaciones poco frecuentes.
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Dr. Daniel Hernán Liberto
Médico especialista en Cirugía Pediátrica y Trauma Pediátrico
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